¿Cómo cuidar mi joya?
Las joyas siempre deben cuidarse con una gran diligencia, independientemente del metal precioso con el que hayan sido fabricadas, pues son artículos delicados y de gran valor.
JOLFER le propone una serie de consejos a continuación para mantener sus joyas en perfecto estado:
– Para limpiar la joya manteniendo su brillo debe utilizarse un paño liso, evitando el empleo de productos abrasivos. Evita el contacto directo con maquillaje, cremas o perfumes, así como el uso de líquidos abrillantadores u otros productos químicos. Intente evitar que las joyas se sometan a cambios bruscos de temperatura.
– Siempre que se quiera limpiar una joya fabricada con metal noble será conveniente utilizar un bastoncillo (o un cepillo de pequeño tamaño y filamentos suaves) con agua templada y jabón PH neutro. Después se debe secar meticulosamente con una gamuza. De esta manera, y con suavidad, su pieza quedará óptima. En caso contrario, confíala a nuestros profesionales, que emplearán otros métodos comunes en joyería.
– Para las joyas de plata chapada en color, bisutería de acero y de alloy, es conveniente evitar el agua a la hora de limpiarlas, y se debe optar por frotarlas suavemente con una gamuza de terciopelo.
– Sería recomendable no llevar joyas a la peluquería, ya que los ácidos, tintes, lacas, calor brusco de los secadores, etc. pueden dañar las piedras e incluso sus metales nobles[18]. También se debe evitar llevarlas puestas al ducharse, al bañarse en la piscina, y por supuesto en la playa, ya que tanto la arena como la sal del agua son abrasivos para sus piezas.
– Debe procurarse no dejar nunca sueltas en un joyero distintas piezas, puesto que al rozar unas con otras pueden rayarse y dañarse con facilidad. Cada joya debería tener su estuche, que cumple con su misión de protegerla de los arañazos, evitar el polvo y preservarla de golpes en las caídas[19].
– Las gemas orgánicas, como las perlas, el ámbar, el coral… pueden deshidratarse, por lo que es importante guardarlas en lugares donde exista cierto grado de humedad, y evitar en todo caso fuentes directas de calor. Este mismo tipo de gemas son los más vulnerables a productos abrasivos, perfumes, cosméticos y otros productos químicos.
– Se debe evitar el perfumarse después de haberse puesto las joyas. Especialmente en el cuello y tras las orejas, dado que puede dañar los metales, despegar las perlas de los pendientes, dañar los chapados, dañar el rodio del oro blanco, etc.
Instituto Gemológico Español (2016). Conocimientos básicos sobre la joyería [online]. Disponible en http://www.ige.org/gemologia/curso-basico-gemologia-online/capitulo-12-conocimientos-basicos-joyeria/