Lucir unos buenos pendientes y que estos conjunten perfectamente es uno de los aspectos más importantes a la hora de decidir comprar un pendiente. Con distintas formas, materiales y tamaño, estos aportan seguridad. Por este motivo, hay que prestar atención a un elemento tan importante como son los tipos de cierres de pendientes.
Cada tipo de pendiente requiere uno distinto que se adapte de una u otra manera a tu lóbulo. A continuación, te explicaremos en qué consiste cada uno de ellos.
¿Qué tipos de cierres de pendientes existen?
- Cierre de rosca. Es uno de los más comunes. Debido a su forma redondeada y con cierre que hace tope, evita que se clave o se roce con la piel, aumentando la comodidad y evitando tener que retirarlos a diario. Muy utilizado en pendientes para bebé o infantil.
- Cierre a presión. Uno de los más cómodos y comunes, suele estar presente en aquellos con menor tamaño. Genera una ligera presión al cerrar de manera que se adapta perfectamente y no supone ninguna molestia para quien lo lleva. Permite tanto retirarlos como ponerlos de manera fácil.
- Cierre omega. Atraviesa todo el lóbulo de la oreja con un remate en forma de esta letra griega. Está presente en muchos de los pendientes de gran tamaño o con bastante peso debido a que este tipo de cierre le permite soportar el peso. Sin duda, de los más seguros.
- Cierre catalán o de ballesta. Formado por un gancho en una parte y un hueco en otra, se introduce a presión y se obtiene un cierre muy seguro y difícil de perder. Son mucho más estéticos y están presentes en pendientes de novia, sobre todo.
- Cierre italiano. Es muy similar al anterior, pero esta vez la aguja pasa por el lóbulo y se cierra con la parte trasera formando una patilla, facilitando su uso.
- Cierre de gancho. Se trata del enganche curvado. Es muy cómodo y fácil de utilizar, por lo que está presente en muchos pendientes de oro. No obstante, el cierre hace que tire del lóbulo hacia abajo, por lo que no siempre puede resultar favorecedor. Para evitar esto existen algunos de silicona que amortiguan su posible caída.
- Cierre de clip. En el caso de no usar agujero, este tipo de pendiente se engancharía con el lóbulo haciendo un ligero pellizco, de manera que se pueden perder fácilmente.
- Cierre de barra. Típico en pendientes tipo trepadores, busca una sujeción perfecta para tener el pendiente siempre bien colocado. Esto lo simulan de manera que parece que se lleva varios piercings en la oreja.
Mantenimiento de los cierres de pendientes
Para proporcionar una larga vida a nuestros pendientes favoritos, es recomendable que estos, así como sus cierres, estén perfectamente cuidados periódicamente. Algunas de las claves para mantenerlos como nuevos y que el paso del tiempo no perjudique nuestras joyas son los siguientes:
- Limpieza regular. Es conveniente limpiarlos algunas veces a lo largo de su vida útil con agua y jabón suave, aunque es importante no guardarlos mojados, ya que la humedad favorecerá la oxidación de los cierres.
- Almacenado adecuado. Mantenlos alejados de otros objetos que puedan arañar a tus pendientes, así como intenta que no les afecte la luz directa durante un largo periodo de tiempo.
- Evitar el contacto con sustancias químicas. Es preciso mantenerlos alejados de productos agresivos como cosméticos o perfumes, ya que pueden afectar a su integridad a largo plazo.
En conclusión, al elegir el cierre de pendiente más adecuado, es importante considerar no solo el estilo y la estética que ofrece, sino también la seguridad proporcionada. En Jolfer encontrarás pendientes con todo tipo de cierres para que, aparte del diseño, también prestes atención a un elemento tan importante como es la comodidad de un accesorio que te acompaña en tu día a día.
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